Coralia Argentina Turcios

Cora, como la llaman en su comunidad, es sobre todo una mujer valiente. Es lideresa comunitaria y también “guardia recursos” voluntaria, una especie de guardia forestal para las áreas protegidas y la vida silvestre en su país, Honduras.

Su lucha se centra en defender desde hace ya más de veinte años el mangle de la Bahía de Chismuyo, un refugio natural para miles de especies que en el año 2000 fue amenazado por los intereses personales del alcalde de la villa. Pretendía vender los bosques de mangle la una industria camaronera para su explotación.

En ese momento Cora, como presidenta del Patronato Comunitario que era, se opuso al alcalde, y con tan sólo veinte años, lideró la defensa de los bosques de mangle, una de las zonas ancestrales comunitarias de su pueblo. Con la ayuda de sus vecinos y vecinas derribaron las cercas que ya había instalado la empresa y “liberaron” el mangle. Con el paso de los años otras amenazas vinieron, pero gracias a Cora y a otros defensores y defensoras como ella, los bosques de mangle de la Bahía de Chismuyo siguen siendo uno de los humedales mejor conservados del país.

Y es que, a veces, para defender la vida, hay que ser muy brava.